Síndrome de Asperger y adolescencia
El Síndrome de Asperger es sin lugar a duda uno de los trastornos que pasa más desapercibido en la etapa infantil pero que empieza a hacerse visible en el camino a la adolescencia. Aunque su clasificación diagnóstica se sitúa dentro del Trastorno del Espectro Autista, el Síndrome de Asperger puede tardar más años en ser diagnosticado que el Autismo.
La adolescencia es una etapa de cambio constante y de experimentación que resulta complicada para cualquier adolescente. Durante la adolescencia los chavales desarrollan su identidad, asumen responsabilidades de mayor complejidad y empiezan a identificarse con determinados grupos sociales semejantes a ellos.
La adolescencia supone dejar atrás la niñez para comenzar el proceso hacia la etapa adulta. Numerosos cambios emocionales y fisiológicos ocurren en la vida de los adolescentes que llevan a estados psicológicos cambiantes y muchas veces complicados de entender para ellos mismos.
Si tenemos en cuenta todo esto, no es de extrañar que en el caso de un adolescente con Síndrome de Asperger todo este proceso suponga un reto aún mayor teniendo en cuenta sus dificultades en teoría de la mente, las funciones ejecutivas, en el procesamiento de la información visoespacial y en su sistema perceptivo sensorial que repercutirán directamente en sus relaciones e interacciones sociales.
Las personas con Síndrome de Asperger a diferencia del Autismo clásico no presentan dificultades en la resolución de las tareas que evalúan capacidades mentalistas, sin embargo en las situaciones del día a día, en su ambiente natural, es donde muestran serios problemas, especialmente en las relaciones sociales, en interpretar y leer las intenciones de los demás, así como en sus conductas o procesos de pensamiento que suelen ser inflexibles, rígidos, repetitivos y perseverantes.
- Predecir la conducta de otros.
- Explicar sus conductas y emociones.
- Conocer y entender las verdaderas razones de sus conductas.
- Deducir las intenciones de los demás.
- Tener en cuenta el grado de interés en el otro.
- Mentir y comprender engaños.
- Poner nombre a sus emociones y a las de los demás.
- Anticipar lo que los demás pueden pensar sobre su comportamiento.
Dificultades para…
- Organizarse y ejecutar tareas que requieran secuenciar pasos.
- Hacer planes y seguirlos posteriormente.
- Tomar decisiones.
- Llevar la iniciativa.
- Comenzar y finalizar una actividad.
- Organizar y manejar el tiempo.
- Adoptar diferentes perspectivas sobre la misma situación en diferentes momentos.
Dificultades para…
- Entender emociones expresados por canales no verbales: (volumen, entonación, gestos).
- Respuestas emocionales poco coherentes al contexto.
- Adaptarse a situaciones nuevas.
- Habilidades de organización viso-espacial y tareas viso-motoras.
Pueden presentar…
- Hiper e hiposensibilidad en los diferentes sistemas perceptivos (visual, auditivo, gustativo,vestibular, propioceptivo, gustativo y olfativo).
- Percepción fragmentada. Percibe el entorno por partes sin tener en cuenta el TODO, repercutiendo en la adaptación para los diferentes entornos.
- Percepción distorsionada: cambio en la forma, el espacio o el sonido.
- Agnosia sensorial: perder la interpretación de cualquier sentido. Si un niño/a lo padece puede actuar como si estuviera ciego, sordo, dormido…
- Sinestesia: experimentar sensaciones de una modalidad sensorial particular a partir de estímulos de otra modalidad distinta. Por ejemplo,que un sonido produzca un olor o que las formas, letras o números produzcan colores particulares.
Teniendo en cuenta todos los retos a los que se enfrentan diariamente los adolescentes con Síndrome de Asperger, es necesario un entrenamiento diario de las habilidades de autonomía personal y cognoscitivas que garantice su calidad de vida. Además es imprescindible atender a su desarrollo afectivo-emocional ya que la repercusión en su estado anímico y psicológico puede verse afectado gravemente, apareciendo problemas de ansiedad y depresión.
Entrenar las funciones ejecutivas y los procesos mentales desde el hogar es posible y mejorará notablemente la calidad de vida de los jóvenes con Síndrome de Asperger. Los programas en el entorno natural basados en el empoderamiento familiar son los más efectivos. Los padres deben adquirir las estrategias necesarias para ayudar a sus hijos/as de forma diaria, así como detectar las necesidades en el entorno familiar y resolverlas de forma eficaz.
A continuación proponemos ejemplos prácticos para un programa de intervención que incluya la estimulación y/o entrenamiento cognitivo en los entornos naturales del niño/a.
Síndrome de Asperger: Orientaciones para trabajar en el día a día
Es muy importante el uso de claves visuales para la realización de todas las siguientes tareas. Los apoyos visuales deben adaptarse y ajustarse a cada persona.
Funciones ejecutivas
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Teoría de la mente
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Procesamiento viso- espacial
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Ducharse implica preparar la ropa, lavarse el cuerpo, la cabeza, enjuagar, secarse y vestirse… (Historias sociales activas: Aurora Garrigós)
Recoger la habitación implica guardar libros en la estantería, colgar la ropa en el armario y barrer el suelo.
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Potencia las siguientes actividades de la vida diaria:
Utiliza sus centros de interés para…
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RECUERDA: durante todo el día hay multitud de oportunidades para poder entrenar las funciones ejecutivas que permitirán a tu hijo/a ser más autónomo y resolver las tareas de la vida diaria con éxito. Por otro lado, trabajar las emociones y conductas de uno mismo y de su entorno en situaciones cotidianas será más efectivo. No olvides,
TÚ ERES QUIEN MEJOR CONOCE A TU HIJO/A.
Bibliografía:
https://www.ucm.es/data/cont/docs/3-2012-11-12-un%20acercamiento%20al%20sindrome%20de%20asperger.pdf
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